Una forma inmejorable de empezar a conocer el Eixample sería partiendo de Plaça de Catalunya y subiendo por Passeig de Gràcia. Importante zona de compras, Passeig de Gràcia tiene de todo, desde restaurantes hasta tiendas de alto diseño. Además, ofrece al visitante la atmósfera y personalidad del Eixample como barrio.
Tan solo cuatro manzanas al norte de Plaça de Catalunya se encuentra La Manzana de Discordia, un bloque con tres importantes edificios modernistas de los tres arquitectos más famosos de este movimiento arquitectónico: Casa Lleó Morera de Domènech i Montaner, Casa Amatller de Josep Puig i Cadafalch y la Casa Batlló de Antoni Gaudí.
Tras la manzana de la Discordia, puedes girar al oeste y encontrarás la Fundació Antoni Tàpies, un precioso museo de arte contemporáneo albergado en uno de los primeros edificios modernistas de la ciudad, obra de Domènech i Montaner. (Para más detalles, ir al link museos principales)
De vuelta al Passeig de Gràcia, si continuamos hacia el norte llegaremos hasta el Museu Egipci, tras el que encontraremos La Pedrera, otra de las excéntricas obras de Antoni Gaudi. La Pedrera también alberga la Fundació Caixa de Catalunya, un estupendo centro cultural con numerosas exposiciones y conciertos.
Al este de La Pedrera está La Sagrada Familia. De proporciones colosales y como obra culminante de su trayectoria, la Sagrada Familia es algo que no debes perderte por muy apretado de tiempo que vayas.
Para saber más de Antoni Gaudí, La Sagrada Família y el movimiento modernista (todo ello, crucial para entender el carácter de l’Eixample), ir al link modernismo.