El gótico barcelonés se concentra en Cituat Vella, donde se conservan los vestigios de la Barcelona medieval y romana.
La Catedral gótica de la ciudad, La Seu (1289-1460) contiene los elementos más característicos del gótico - gárgolas, esculturas ornamentales, claustro y arcos de medio punto-, pero también incorpora elementos de otros estilos arquitectónicos. La fachada principal data del siglo XIX y la mayoría de las capillas son barrocas.